Tenía un cuchillo clavado y no se dio cuenta

Un hombre estuvo horas con el objeto punzante asomando entre sus omóplatos. Su esposa fue quien le advirtió sobre la extraña situación. Un vecino de la localidad rusa de Vólogda ingresó en el hospital con un cuchillo de cocina clavado en la espalda, del que no se había percatado durante horas a pesar de sentir molestias, publicó el periódico local Premier

"El mango del cuchillo sobresalía de la espalda cuando ingresamos al paciente. Se trata de un cuchillo de cocina de 15 centímetros de longitud. Traspasó tejidos blandos, pero afortunadamente no afectó ninguno de los órganos vitales. Tan solo rozó levemente la pared pulmonar. La operación fue mínima", señaló el cirujano Víctor Belov.Según el médico, el paciente, Yuri Lialin, "se sintió incómodo al acostarse, pero aun así no reparó en el cuchillo".El origen del cuchillo Al parecer, fue un vigilante de seguridad y compañero de trabajo de la víctima quien le clavó el cuchillo. Lialin contó que habían pasado la tarde bebiendo en la garita de vigilancia y en algún momento llegaron a las manos.A la mañana siguiente, la víctima amaneció con una espectacular resaca, decidió ausentarse del trabajo y tomó un autobús hasta su casa, donde desayunó y se acostó a dormir la siesta.Fue la mujer de Lialin, pasadas unas horas, la que descubrió el extraño objeto que sobresalía de entre los omóplatos de su marido."Vi brillar algo metálico que me recordó una horquilla", diría luego la mujer.

"Chicos bien" le prenden fuego a un discapacitado para "hacer una broma"

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El joven de 23 años salvó su vida porque estaba cerca de una pileta, en la que pudo zambullirse cuando después de rociarlo con bencina un grupo de adolescentes le prendieron fuego. Ahora los siete chicos de entre 15 y 17 años enfrentan una denuncia penal.

El hecho ocurrió en General Deheza, provincia de Córdoba, el 2 de abril, aunque se conoció en las últimas horas a partir de la denuncia que presentaron ante la Justicia de Menores los padres de la víctima, según publica el diario La Voz del Interior.

Según el relato de los padres, el joven de 23 años, que padece inmadurez mental, había sido invitado a un asado. Allí, algunos de los presentes lo rociaron con bencina y le prendieron fuego.

“Lo esperaban para hacerle lo que le hicieron”, contó la madre del joven. También señaló que los supuestos agresores son hijos de personas que “tienen dinero” y el “comportamiento” deja “mucho que desear”.

EL juez a cargo de la causa, José Varela Geuna, consideró que los chicos "habrían querido hacer una broma y les salió mal". Además explicó que los involucrados son "menores no punibles", por lo que una vez agotada la instancia policial y notificados sus padres, se dispondrá un "abordaje interdisciplinario" tutelar.